En el escenario, bastidores como un damero con diferentes texturas que remite a las distintas opacidades con que se interpreta la realidad o que se representa para el foro; la voz de poetas, correspondencias con los entramados textuales en los que la lectura y la voz aparecen como metáforas intercambiables, el deslizamiento de una instancia a la otra implica que texto y actrices se interpenetran mutuamente; se genera un borde que produce una precisión de la idea de texto, tal como se concibe el efecto de la sensibilidad poética; un discurso desordenado que de alguna manera se ordena en el sentido de la esencia, el ideal, cuestionamientos de la realidad rota y conquistada por la poesía y a la vez cíclica; los poemas como mímesis de la vida misma que se repite y reformula confluyendo en los mismos dolores.
…
La realidad es un montón de cadáveres
que se amontonan en la esquina de lo real.
…
[Nestor Perlongher]
La marca del trazo poético y sus metonimias: papeles rotos, mensajes al futuro en el reverso de fotos como nexo y testimonio de lo que se fue, previendo el ilusorio futuro, donde llegado a ese futuro se convierte en nostalgia; álbumes de palabras, poemas en el aire a la manera de pregoneros; señales en los costurones de la ropa como figuraciones de los textos, reapropiación de significados visuales de sonidos; sinestesia de sentidos; poemas que se han dado a volar, interrogan en especificidades e interpelan tiempos históricos que se deslizan a veces con humor, a veces perturbadores y desvanecen el adentro y el afuera de los ecos con los cuerpos, la voces, la música, la profusión de elementos que van sumándose al escenario, papeles, carteles, máscaras, que legitiman los poemas entre zonas de transición espacial, a veces a través de un vidrio –reloj de arena–, a veces en altura, delante y detrás de los bastidores, una reformulación física del carácter díscolo de las palabras, ahora en imagen, otro elemento de la semántica. La parcialidad del punto de observación: desde abajo hacia arriba desde arriba hacia abajo, desde adentro, desde afuera, las sujeciones a las coordenadas espaciales y la libertad de los poemas que no solo no se estancan en el espacio, sino que tampoco al tiempo o a la forma o tan siquiera a los vínculos que los retienen en un libro, abducidos en la puesta, hacia otros, hacía el foro, hacia el futuro.
Inmerso en el juego del significado, otras protagonistas: por momentos urticantes, linternas que atraviesan, incisivas, la cuarta pared a la manera de demanda e interrogación al foro; mismo a los poemas, como cuando se exige la confesión de un delito; luces que se encienden en los marcos de bastidores como los espejos de camerinos, espejos imaginarios, el envés del hecho artístico, donde comienza la magia del teatro, música, luces y las actrices –para el caso el público–; la metamorfosis hacia la escena.
Poemas que desgarran con el trastorno continuo entre texto y mundo; aquí, ahora y en nuestra historia; en esta realidad, poemas que pinchan.
Nudos en transe metafísico, abiertos a un dispositivo lingüístico de apropiación de la huella del antes para reformular el presente; representados por hormas de calzados, volcados, como si alguna derrota no hubiera podido borrar esos pasos.
Poemas por momentos melancólicos, fractales.
Todo era amor… amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
…
[Oliverio Girondo].
Una puesta interesante de Sol Pávez con esta propuesta como un panóptico que asedia la legibilidad de la realidad representada por la magnificencia de poéticas conmovedoras, jocosas, filosóficas, crudas. Como un transporte a la realidad intermediado por flotación, cuestiones que puntualiza asuntos de la poesía como testimonio de la memoria.
Gran trabajo actoral, Mariangeles Bonello, Natalia Casielles, Micaela Cortina, María Vives con las delicadezas de gestos o durezas, ductilidad escénica que se integra al texto formando parte de él; sin nombres, vestimentas iguales –aunque distinto color–, máscaras iguales –también de distinto color–, que junto al gesto del reloj de arena, de vidrio, parafrasean la idea del mensaje: según el color con que se mire-muestra.
Cuando leí en el título "instalaciones" supuse que refería a los elementos de la puesta en escena, cuando salí, reconocí que es el espectador el que se lleva una instalación en el corazón.
¿Para qué sirve la poesía?: para sostener el corazón en su lugar.
Ficha técnico artística
Sobre textos de: Diana Bellessi, Alejandro Berón, Celeste Diéguez, Oliverio Girondo, Cesar Gonzalez, Sol Pavéz, Néstor Perlongher, Alejandra Pizarnik, Susy Shock, Juano Villafañe, Veronica Viola Fisher, Laura Wittner
Dramaturgia: Sol Pavéz
Actúan: Mariangeles Bonello, Natalia Casielles, Micaela Cortina, Maria Vives
Idea De Instalación: Sol Pavéz
Diseño de vestuario: Maria Vives
Diseño de luces: Pablo Paillaman Pieretti, Sol Pavéz
Diseño sonoro: Juanfo Vidales
Fotografía: Juanfo Vidales
Asistencia de dirección: Pablo Paillaman Pieretti
Producción ejecutiva: Sofía Boué
Dirección: Sol Pavéz
ITACA COMPLEJO TEATRAL
Humahuaca 4027. Capital Federal- Buenos Aires – Argentina
Teléfonos: 75493926 WhatsApp 11 6669 4027Sábado - 20:30 hs - Hasta el 26/10/2024, Del 02/11/2024 al 09/11/2024 y Del 23/11/2024 al 30/11/2024
Ana Abreg�.
www.metaliteratura.com.ar
Literatura latinoamericana
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