METALITERATURA

Beca Creación 2021. Fondo Nacional de las Artes 2021.



IL FUTURO È GIÀ STATO

8/24/2024 De interes

“Il futuro è già stato”. Traducción y comentarios de un fragmento de El árbol de Saussure de Héctor Libertella por Annabella Canneddu

Le statue sono sempre in movimento,

fino a che non trovano la loro forma.

A quel punto, si placano.

(Attribuito a ALEISTER CROWLEY)

 

 
Por:   Annabella Canneddu

“Il futuro è già stato”. Traducción y comentarios de un fragmento de El árbol de Saussure de Héctor Libertella por Annabella Canneddu

 

IL FUTURO È GIÀ STATO

 

Le statue sono sempre in movimento,

fino a che non trovano la loro forma.

A quel punto, si placano.

(Attribuito a ALEISTER CROWLEY)

 

COME sarà – si chiede Giorgio Agamben[1] – la natura dopo il giudizio universale? Le cose resteranno così come sono, irreparabilmente, ma sarà appunto quella la novità, l’essere proprio e soltanto così.

Ora sono assolutamente soggette, abbandonate al loro essere così. L’albero del ghetto non modifica più i fedelissimi del bar, ancora assorti con i gomiti appoggiati al bancone.

Anzi. Fuori, in mezzo alla piazza, l’idea di “albero” è sfumata. Rimane solo un po’ di tronco con rami e foglie, soggetto al suo essere tale e senza niente che lo leghi a qualcosa. L’Altro è scomparso e non c’è simbolo che tenga.

[…]

 

IL FUTURO è già stato?

 

IN UN mondo più concreto di quello di Agamben – senza tanti prima né poi – Winfried Hassler assicura, invece, che il Giudizio Universale è sempre in arrivo: «viene e va, proprio come la morte».[2]

Il fantasma che si aggira nel ghetto dona alle cose una memoria retrospettiva di quello che verrà.

E qui, anche la letteratura si identifica con il fantasma. «Essa è» conclude Hassler, «come l’eco di un suono che non c’è ancora stato»[3], o che mai ci sarà.

(pp. 93-95)

 

 

Il futuro è già stato. El capítulo final de El árbol de Saussure (2000) retoma esa frase que aparece a modo de pancarta y que se ha convertido en una de las más icónicas de Héctor Libertella; ¿cómo traducirla al italiano? “Ya fue” es algo que “ya pasó”, que en italiano se diría “è passato”, con una nota de alivio en la voz por algo que se percibía como peligro, o bien, con una nota de fastidio por algo que ha pasado de moda. En italiano, el participio pasado passato coincide con el sustantivo pasado, en el sentido de un tiempo anterior al que estamos: “Il futuro è passato” sonaría literalmente como “El futuro es pasado”, una elección de traducción demasiado atrevida, incluso como estrategia de abusive fidelity  -teorizada por Jeremy Munday, quien también tradujo a Libertella al inglés (texto aún inédito). Consideré entonces que la solución podría estar dentro del texto, en el trabajo de la traducción misma. Efectivamente, la encontré poco después, en el capítulo Cuatro, en la reproducción fotográfica del célebre poema de Augusto De Campos: “Tudo esta dito”, que había traducido años antes, para una asignatura del máster, como già, por una cuestión de métrica: “Tutto già detto”, ese mismo ya sopló la ayuda para el caso de la pancarta [manifesto]: “El futuro ya fue”. La misma frase, “Todo está dicho”, había retornado aquí, en el mismo capítulo final: tutto tornava.

El capítulo Siete y también, el texto de Libertella, gira en torno a esa frase-manifiesto, que se repite hasta convertirse en pregunta y al mismo tiempo, ponerlo en duda, en las páginas finales. La traducción se ha ajustado, por lo tanto, a ella, comento a continuación algunos de los casos.

La citación en exergo atribuida a “Aleister Crowley” debía mantener el mismo equilibrio entre el peso del contenido y la levedad de la forma, de ese modo, “si placano” me pareció la solución más cercana a ello, por inmediatez y también por el vago reverbero romanesco,

La cita de La comunità che viene de Giorgio Agamben (de quien también se toma el concepto de “lector cualquiera”): “justamente ésta sería su novedad, ser justo y sólo su así”, tras vueltas explicativas – siempre innecesarias – lo traduje mediante una operación simple, en forma literal: “sarà appunto quella la novità, l’essere proprio e soltanto così”, con el así en cursiva, sin más.

En el fragmento siguiente, se tematiza la barra (del bar/del signo): la presencia del ya en la frase-resumen del texto dicta la estrategia general: elidir, simplificar. La sbarra, el bancone, la barriera, también en italiano, simplemente son una barra. Con “sus codos apoyados en la barra”, “los parroquianos del bar” beben. Inmediatamente después se da a leer un juego de palabras, que adelanto, se perdió en traducción. Hay un desplazamiento desde la escena de los avventori del bar, de la copa que beben a la copa del árbol plantado en el medio de la plaza, que ellos miran desde el bar; dado que en el párrafo anterior, el árbol se quedó sólo “un po’ di tronco con rami e foglie”, decidí privilegiar la acepción de fronda y descartar la de bicchiere (lo mismo que ocurría en el capítulo Cuatro con la “copa llena de loros”: allá también era inferible la doble acepción de calice/fronda “con la copa llena” y “la copa llena de loros”), doble sentido que también se perdió en traducción. Omitir ese juego, sin embargo, no significa perderlo todo; traducir es negociar y el dejar algo siempre se corresponde con una recuperación: si no es en esta traducción de Libertella, será en otra (por usar una metáfora contable, el dare siempre va a coincidir con el avere en el balance final).

En el párrafo, que se omite en el fragmento presentado, reaparecen los personajes del texto, Freud, el pescador, los loros, De Campos, Kandinsky, un párrafo en el que volví a la literalidad de cada uno de los pasajes para consolidar el vínculo intratextual.

Al considerar lo extratextual, la literalidad también fue la solución para la cita de Macedonio Fernández: “No toda es vigilia la de los ojos abiertos”, que Libertella transcribe antes de que aparezca la palabra FIN – repetida por los loros al infinito –; “Non tutta è veglia quella a occhi aperti” permite seguir el orden sintáctico de los formantes del idioma original, también, el adagio italiano: “Non tutto è oro quel che luccica”.

El último párrafo requería como tal una atención especial a la forma y al ritmo. Conservo la serie de opciones anotadas en lápiz en la última página de la edición original, varias combinatorias posibles, antes de encontrar la que más se acercara al equilibrio, no solo verbal, sino también melódico de la composición que despliega Libertella. Aquí algunas de las opciones descartadas y sus motivos: “In un mondo più concreto di quello di Agamben, senza molti prima né dopo”: demasiado literal. “Viene tutto il tempo, arriva poi passa, come la morte stessa”: expresión separada por una coma y fuertemente literal en el final. “Una memoria retropettiva di ciò che verrà”: literal, era preferible “quello che sarà”. Lo mismo para la frase final sobre “l’eco di un suono che non è ancora accaduto”, o “non si è ancora realizzato”, o “non ancora effettuato”, que traduje como “che non c’è ancora stato, o che mai ci sarà”, por simplicidad, ritmo y efecto de cierre.

He comentado aquí algunos de los procedimientos y tomas de decisiones que han guiado la traducción de este fragmento de El árbol de Saussure. Asimismo, no quiero dejar de recordar lo leído en un artículo de la revista El Trujamán, que traduje hace una década, en la que se trabajaba el automatismo en la traducción, y que lamentablemente no encuentro en mi archivo y por lo tanto, no puedo citar, pero, allí críticamente se señala que en ciertas ocasiones es recomendable que los procesos decisionales en el trabajo de traducción, ocurran de modo natural, casi involuntario – o mágico –, sin que el mismo traductor, a veces, los sepa descifrar. Algo de esto sucedió en mi proyecto de traducir a Héctor Libertella.

 

El texto es un extracto de la versión italiana de El árbol de Saussure que se publicará con la traducción de Annabella Canneddu por Edizioni Arcoiris en los próximos meses. La revista Metaliteratura agradece a Edizioni Arcoiris por haber concedido generosamente la publicación de este texto.

 

Héctor Libertella. L’albero di Saussure Un’utopia. Traduzione di Annabella Canneddu. Revisione di Raul Schenardi. ISBN 979-12-81731-05-9. Collana: Gli eccentrici. Direttore della collana: Loris Tassi © 2024, Edizioni Arcoiris, Salerno. Prima edizione settembre 2024 Riservati tutti i diritti.

 

 

Annabella Canneddu (Alatri, Italia; 1990) es traductora. Ha trabajado la obra de Héctor Libertella en su maestría (Premio ASELIT 2017) y tesis doctoral (Mención Internacional con una estancia de investigación en la UBA y tutoría de la Dra Silvana López). Su traducción de El árbol de Saussure es la primera del escritor en lengua extranjera.

 

 

 

 



[1] La comunità che viene, Torino, Einaudi, 1990.

[2] Der sinn und die wut, Berlino, Jospin Verlag, 1997, p. 32.

[3] Ibidem.

 

(Alatri, Italia; 1990) es traductora. Ha trabajado la obra de Héctor Libertella en su maestría (Premio ASELIT 2017) y tesis doctoral (Mención Internacional con una estancia de investigación en la UBA y tutoría de la Dra Silvana López). Su traducción de El árbol de Saussure es la primera del escritor en lengua extranjera.