METALITERATURA

Beca Creación 2021. Fondo Nacional de las Artes 2021.



La poesía está ya muy lejos de la literatura

1/24/2023 De interes

Nicolás Arce Berríos, Hambre. Santiago de Chile: Vísceras Editorial, 2021.

[Este libro es una pequeña bomba racimo en el campo cultural chileno del siglo XXI. Si Héctor Hernández Montecinos tocó el Olimpo y lo “chasconeó” con su generación y, luego, con las y los jóvenes que antologó en Halo: 19 poetas chilenos nacidos en los noventa (Santiago de Chile: J. C. Sáez Editor, 2014), Nicolás Arce Berríos pertenece a esos ríos de escrituras nuevas y revolucionarias que fluyen desde hace más de dos décadas allende Los Andes.]

 
Por:   Nicolás López Pérez

Nicolás Arce Berrios

(Peñaflor, Chile, 2001)

es una de las voces actuales

de la poesía chilena que no pasan

y que no deberían pasar desapercibidas

 

Básicamente

por

el tipo

de vínculo

con el lenguaje

que ensayan

que equivocan

y

que profundizan

a partir

de textos

pantagruélicos

exentos

de la noción de límite y género

 

El

hambre

tal vez sea uno

de los tópicos del existir

más escabrosos y sobrecogedores

 

Arce Berríos

nos presenta un zoom

a la noche, a la noche de la noche

 

Página a página

línea contra línea

pedimos que se termine

el frenesí de los cuerpos ajenos

que se apoderan de la escena completa

repleta de símbolos

más que de significados y literalidades

 

la escena completa

se reconduce al origen

se confronta con los padres

y, a la vez, desarma una estructura

en y con el cuerpo

 

se reclama ese preciado deseo

de recuperar el ser deseado

de retornar al lenguaje

a vomitarlo todo

 

el lector hace catarsis

si lo cree o no lo cree

y esa es la magia de este libro

el lector hace catarsis

con el exceso y el defecto

de la voluptuosidad al afecto

un solo paso

atrás y adelante

un solo cuerpo abyecto

 

deja que tus poemas te tejan

se escribe(-describe-prescribe)

y es ahí donde se concentra la energía

de un cuerpo que recupera

su derecho a ser escrito, inscrito

su derecho a ser cortado en mil pedazos

y a ser pegado con la cola fría que es el semen

el origen de todos los males:

la vida

&

la muerte

no

aparece

la noche

no

acaba

se agradece la venida

del amanecer

y

no

llega

 

los poemas tejen

tejen los poemas

las venas que son la geografía

de la flagelación que toma voz

carne de hablante lírico

que vive

para mostrar

las contradicciones

de quienes hablan de amor

o del simple hecho manoseado

del yo es otro

ser otro parece más difícil

de lo que se pinta

 

Chantal Maillard

abre este libro hasta atrás

escribe: “falta espacio

para tanta dislocación”

 

es ese cuerpo abyecto

que siente

y que tenía todo para ser feliz

 

Edmond Jabès

responde imaginariamente:

“el dolor es el más vasto de los libros”

 

y la noche

es

otro libro vasto entre los vastos

 

Pero

más allá de estas referencias

es posible que haya un elenco de libros

en que Hambre encuentra compañía y resonancia

pienso en la obra de Pedro Montealegre, Gustavo Barrera

o en los gritos más potentes de la novísima

por ejemplo, el legendario grasa

de rodrigo gómez

 

o

en el plano

latinoamericano

poetas como los antologados

en la Atlántida

a ocho manos

que editó Rastro de la Iguana

en Guayaquil City allá por el 2015

 

¿Por qué tirar nombres?

En parte, libros como Hambre

buscan sin quererlo una afinidad

y no están solos en la poesía chilena

no es necesariamente un canon o algo así

sino la desterritorialización de escrituras que

buscan no ser lo que se espera de una escritura

que se desmarcan del ojo neoliberal-editorial

el mismo que busca modelar y modular lectores

el mismo que busca producir un campo cultural homogéneo

hasta que la cultura devenga irrelevante

 

Por supuesto

Hambre

tiene sus méritos

crea un mundo cruel

dentro de este mundo que ya es

b a s t a n t e   c r u e l

un mundo caracterizado

por crucifixiones diarias

horrores inenarrables

bombardeos mediáticos

que indignan e incendian

 

Arce Berríos

nos muestra las postales

de un infierno

en el líquido amniótico

 

ante esto

mejor no ver

cerrar los ojos

ojos apretados miran todo

se aprietan los ojos

hasta generar el rojo

que está presente

en la mismísima sangre

 

Probablemente

es un libro que ha llegado

tarde y a tiempo

para decirle

a su campo cultural

que no todo se trata de poemitas

y referencias explícitas a significados

poetas que hacen poesía con más poesía

cuando hay un nivel del lenguaje que es sublime

y, que, a su vez, es lo que urde nuestro inconsciente:

el símbolo

 

el sueño sabe de esto

y la devoción también

ambos espacios donde se disputa el deseo

 

probablemente el hambre

está en el deseo que no se satisface

el imposible de satisfacer

el que se atasca

más allá

de cualquier

psicoanálisis

o elucubración compleja

 

con libros así

accedemos a cosas

que solo la poesía

con sus medios

nos proporciona

como el pan de cada día

 

Hambre

es un libro que habla

de la enferma salud que corroe

a la poesía chilena

desde que hubo que inventar

nuevos lenguajes para seguir existiendo

para seguir comunicando-

nos

 

la poesía está ya muy lejos de la literatura

 

 





 

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Literatura latinoamericana

Nicolás López-Pérez nació en Rancagua, Chile, en 1990. Poeta y abogado de la Universidad de Chile. Codirige la microeditorial & revista Litost. Administra la mediateca de poesía “La comparecencia infinita”. Ha publicado las plaquettes Geografía de las geografías (Litost, 2018) y Coca-Cola Blues (Vuelva Pronto Ediciones, 2019); los artefactos La violencia creadora (2019) y El sol ciego (2020) y el objeto de reacción literaria Escombrario (2019), estos últimos tres por Contraeditorial Astronómica; y el libro Tipos de triángulos (Metaliteratura, 2020). Traduce y hace coleccionismo de ocasión en su blog “La costura del propio codex”. Reside en la ciudad de Santiago.