Una vez, Sylvia Molloy
fue a una librería a preguntar por sus propios libros y le respondieron que no
conocían a “esa autora”. Extraño anonimato el del escritor, que con su nombre
le quitó el anónimo a lo Anónimo, pero que hoy desaparece escondido detrás de
un libro en un mundo donde la persona, o su imagen, suelen ir delante de lo que
hace. Así, en ese feliz anonimato, nos encontramos a la autora de Desarticulaciones en el stand de Eterna Cadencia en la 39° Feria del Libro.
No estaba allí para presentar ningún libro ni dar ninguna charla. Más bien,
recién llegaba.
SM: Vine directamente a este stand que es donde sabía que iba a encontrar
cosas que me interesaban o, digamos, lecturas amigas, lecturas que me podían
provocar.
-¿En qué está trabajando?
SM: Estoy trabajando en varios proyectos, porque siempre tengo varias
cosas, no puedo trabajar en un proyecto solamente, siempre trabajo en varios, y
voy de uno a otro y como que se contaminan y salen cosas inesperadas. Esos
contagios, esas conexiones. Como Desarticulaciones o Varia imaginación, [estos
relatos] no son relatos en sí, es escritura fragmentaria donde interviene mucho
una primera persona que trabaja con material autobiográfico y material no
autobiográfico, pero están centrados en una primera personas.
-Y mientras escribe,
¿está leyendo algo?
SM: Cuando escribo, en general no leo. La contaminación -uso a palabra
contaminación porque me parece una palabra muy rica, otros dirían inspiración,
pero yo prefiero contaminación-, ese proceso de contaminación para mí se da
antes de la escritura y en el momento de escribir prefiero escribir sin
distracciones, cuando ya tengo esas lecturas previas, medio asimiladas o como
inspirándome, sugiriéndome cosas.
Parte del anonimato de
Sylvia Molloy, especialmente entre estudiantes de Letras, se debe a que
asociamos su apellido a la teoría literaria, y olvidamos o dejamos de lado su
literatura. De todas maneras, Molloy tampoco abandona ese aspecto teórico de su
escritura y continuamente trabaja en el análisis de algún nuevo aspecto de la
materialidad literaria.
SM: Te cuento lo que estoy haciendo en este momento: me interesan reflexiones
o ensayos teóricos sobre traducción. Siempre me interesa la traducción, pero me
interesa también el escritor que maneja distintas lenguas y entonces en qué
lenguas escribe. El escritor bilingüe, trilingüe, en qué legua escribe y qué
impacto tiene. Porque siempre se elige
una lengua, qué impacto tienen las lenguas que no se usan sobre la escritura. Siempre
creo que las lenguas que no se usan, cuando uno elige una lengua, están detrás,
como fantasmas, si querés. Las otras aparecen como afantasmando la escritura. Así
que estoy trabajando esa idea de los ecos de los distintos idiomas en la
escritura de la persona que maneja distintas lenguas. Que se da en esas
reflexiones que uno encuentra en escritores como Nabokov. Estoy siguiendo un
poco esa línea, no es que me estoy comparando con Nabokov, pero ese tipo de
reflexión me interesa mucho.
Al fin de la entrevista
nos quedamos con la Sylvia escritora y con las continuas “contaminaciones” que
se dan entre los dos aspectos de su escritura, como en su libro El común olvido. Quedamos, también, a la
espera ansiosa de sus nuevos trabajos.
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