“Su nombre está en la lista” es la frase con la que se inicia el texto y uno más de los viajes que debió enfrentar Iván Chambouleyron en su vida: el del exilio involuntario. Por ese tiempo, Chambouleyron era un ingeniero electrónico trabajando en el Observatorio de ciencias espaciales y quien le anunciaba que debía irse del país era un cura jesuita. ¿Por qué a mí? Se preguntaba el autor, y tal vez recién en este libro, en el que deja la ficción para hablar de su historia, puede ensayar una respuesta.
La lista es una autobiografía política y por eso es también una radiografía de la Argentina. Como todo argentino, cuya vida está inapelablemente pegada a los devenires del país, el autor recorre -más que su vida- las turbulencias que llevaron y trajeron a muchísimos jóvenes en las décadas que van del 50 hasta el 80. En este caso, el joven de quien se relata una vida, sería nombrado rectorinterventor de la Universidad Tecnológica Nacional durante el gobierno de Héctor José Cámpora. Las internas partidarias del peronismo, el advenimiento de la última dictadura militar, cartas de amenaza de la triple A y presencia en las listas negras del gobierno de facto: todo forma parte del relato de ese momento histórico. Un momento, parece decir el autor, en el que no se podía ser suficientemente de derecha ni de izquierda para zafar el cuero. Y mientras, se hacía imposible ser apolítico.
El libro revela también un aspecto poco explorado de la historia argentina, que liga el destino de los profesionales de las ciencias. Jóvenes que fueron expulsados, atraídos, y vueltos a expulsar del país por razones políticas, económicas, desinterés crónico y algunas pocas experiencias positivas de promoción de la actividad científica. La creación y caída de nuevos proyectos científicos (Chambouleyron intenta explicar y explicarse el por qué de la caída de un gran proyecto como el Observatorio) o el intento fallido de reformar una universidad que iba a ser de los obreros pero era de la burocracia aparecen en el foco de las peleas entre las distintas formas de sentir el peronismo. Y después de que tomara el gobierno Videla, un espacio aún menos explorado: la silenciosa aceptación que el comunismo dio al gobierno militar que derrocó al peronismo. ¿Qué pasa con los argentinos que no pueden hacer funcionar este maravilloso país?, le preguntaba un funcionario de la embajada francesa y se volvía a repetir el propio escritor, cuando dejaba el país hacia un exilio de 35 años.
Iván Chambouleyron nació en Mendoza en 1937, se recibió de ingeniero electrónico en la Universidad de La Plata y continuó sus estudios en Europa. Durante el corto gobierno de Cámpora, fue nombrado rector interventor de la Universidad Tecnológica Nacional. Juan Domingo Perón le envió una carta de agradecimiento por los cambios que emprendió en la gestión de esa universidad. Su vida académica se desarrolló sobre todo entre Argentina, México y Brasil. Como todo gran lector, Chambouleyron es también un escritor: publicó Primera estación en Ediciones Al Margen, y ahora, La lista en Liber editores y que, también es un relato de no ficción pero centrado sobre su propia experiencia política.
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Nació en Adrogué, en la zona sur del conurbano bonaerense, en 1984 y fue donde escribió por primera vez en una revista, el pasquín literario Mitin, de producción independiente. Más adelante empezó a publicar algunos textos en su blog, http://fragmentosdecosasincompletasdehecho.blogspot.com.ar/, y luego también en http://juliamilanese.wordpress.com/ donde actualmente sube sus artículos.
Está terminando la carrera de Letras en la UBA y es colaboradora en la revista de viajes, Roomin. |