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Punto de fuga |
Eduardo Escalante Gómez, nacido en Antofagasta (Chile, 1942). Escritor e investigador, magister en Ciencias Sociales (Universidad de Gales, Gran Bretaña). Ha publicado poemas en España, Argentina, Chile, Estados Unidos, Dinamarca. Forma parte de la red mundial El Poder de la Palabra (entre otras). Como investigador ha publicado artículos científicos en España, México, Nicaragua, Colombia, Perú, Chile, Argentina. En Amazon publicó su poemario Caminando la existencia con la voz.
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Fragmentos de un todo |
Sobre “en breve cárcel” de Sylvia Molloy
El texto relata los vaivenes de una relación amorosa entre mujeres que se traduce en la relación entre la narradora y la escritura.
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La tierra del silencio |
Sobre Ostubo, M. C. (2012) Kawanabe. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Series O.
Todo parecería indicar que la novela cuenta un viaje.
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Los restos de presencia |
En Los borradores de Macedonio (una casi novela sin final), Roberto Ferro vuelve a su pasión por el policial desdibujando sus límites constitutivos y dando a su formato reconocible un enigma que es pregunta sin final.
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Macedonio sin final |
A la manera de doble novela, tan propia de Macedonio, con una especulación en el título, (una casi novela sin final), un protocolo para entrar y salir de la obra de Macedonio en un recorrido por las operaciones de escritura que fue cartografiada por los que reconstruyeron la obra del autor.
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Los borradores de Macedonio (Una casi novela sin final) |
Como Asterión, Carlos von Hoffman, solo y esperando la muerte, desea poner en palabras los eventos y estancias del laberinto que es su vida. Intenta saltar lo que él llama “andariveles” por donde transcurren las vidas humanas sin hacerse caso unas de otras hasta que un evento, quizá casual, las cruza y las enreda sin retorno.
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Las huellas del porvenir: postales de una voz incesantemente repetida |
La novela Los borradores de Macedonio (Una casi novela sin final) de Roberto Ferro parece esgrimir una poética de los restos. Allí el narrador será el encargado de ir en busca de esos retazos, más o menos visibles, más o menos velados, que fragmentariamente forman parte de un conjunto de elementos que nunca alcanzará una totalidad acabada. El narrador se constituye en perseguidor a la vez de fantasmas y de textos, dos elementos acaso equivalentes en términos de su carácter espectral.
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El artista en la época de su reproductibilidad técnica |
Llama la atención empezar a leer una novela cuando ya se anuncia desde el principio que no tiene final. Perdón, una casi novela: Los borradores de Macedonio (Una casi novela sin final) escrita por Roberto Ferro y publicada en Voria Stefanovsky Editores en 2016. La negativa para clasificar a esta obra dentro de un género específico lleva a una visión fragmentada de aquello que podría llegar a pertenecer pero no lo hace. Casi adrede, la falta de cierre condice con la imposibilidad de poner fin a una vida, una trayectoria artística y un legado.
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Borges y la industria cultural (1942). Un duro comienzo. |
Entre octubre de 1936 y abril de 1958, Jorge Luis Borges colaboró en la revista El Hogar. La primera recopilación de estos trabajos fue la antología hecha por Enrique Sacerio-Garí y Emir Rodríguez Monegal[1]. Los 208 trabajos reunidos en el libro abarcan desde notas de opinión sobre el mundo cultural, breves biografías de escritores y sucintas reseñas bibliográficas.
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La Pasión crítica |
Textos y Mundos, Guanajuato, Universidad de Guanajuato, 2010, pp. 308.
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Variaciones Turner por Danilo Albero Vergara |
Cuando enfrentamos el libro, en la propia tapa y bajo el título de Variaciones Turner, encontramos la palabra “novela”; si al lector le da la impresión de innecesaria aclaración, con la lectura del texto, se le volverá difícil la reflexión sobre este texto, una escritura que despliega un artefacto de relaciones que obtura entre simultaneidad y suceso, coincidencias y fronteras entre realidad y ficción que organiza la percepción del narrador entre hechos históricos, curiosidades, con un registro de investigación aplicados a un campo de conocimiento y sus referentes.
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El perdido amor primero |
Doce historias integran De hermanos y amigos, libro de cuentos de Haydée Oliva. Doce narraciones que, a pesar de la “advertencia” que la autora da en el prólogo de que escribe para chicos de diez a doce años, no forman parte de un universo fantasioso y están lejos de buscar satisfacer una supuesta inocencia infantil o recomponer la confianza con finales felices.
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Roma |
A-ROMA que emana de esa ciudad hermosa, impersonal y mundana.
¡Qué diversa que es!
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La mecánica inexorable de la ficción. |
Sobre Nombre falso de Ricardo Piglia[1]
La mecánica de la ficción que opera en los cuentos y la nouvelle que conforman el libro obedece a una lógica de dobles que reaparecen desde diferentes lugares y funciones, diseminando -en su repetición que prolifera sentidos- tanto su inocuidad como su eficiencia.
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Periplos del deseo |
Mariel Pardo. Hasta dios en camello. Buenos Aires, 2014. 108 pp.
Hasta dios en camello (2014), de Mariel Pardo, se inserta en una tradición literaria antigua y a la vez actual: el relato de viaje.
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Memoria y relato |
La Historia Crítica de la Literatura Argentina.
Desde los últimos meses de 1996, Noé Jitrik comienza a trabajar en un proyecto de historia de la literatura argentina que le propone la editorial Emecé. Desde el principio la obra está orientada hacia un público lector amplio, pero no difuso.
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Modos de leer y escribir: la serie y la diferencia en “Fotos” y “Cartas” de Rodolfo Walsh |
Introducción
Desde su primer libro de cuentos policiales, Variaciones en rojo (1953) hasta ¿Quién mató a Rosendo? (1968) en varios de los relatos de Rodolfo Walsh hay una pregunta que se repite: cómo se lee[1]. En “La aventura de las pruebas de imprenta” este interrogante se materializa en la letra – sinécdoque de la escritura –: “¿es de él [Raimundo] la letra de estas correcciones”? (Walsh, 2013: 35).
[1] La pregunta por cómo se lee supone que hay un horizonte de ficción, invención, construcciones, relatos, fábulas. Estos aspectos no sólo están presentes en los cuentos de Rodolfo Walsh, sino que también en los libros de denuncia pueden rastrearse intervenciones que indican la existencia de relatos. Por ejemplo, en ¿Quién mató a Rosendo? , Vandor “Ha perfeccionado su relato” (Walsh,2011: 99).
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