En 2008, esta novela mereció un premio finalista; como jurado, entre otros, participó José Saramago; me gusta especialmente ese autor porque representa un poco lo que esta novela expone, la sigilosa andadura del caballero escritor, que con sutileza le concede a la interioridad de sus personajes el infinitivo escribir, para convertir en el participio escrito, y lo no dicho y en la repetición de eso no dicho el movimiento del texto.
Hay poemas que tienen propiedades táctiles; encuentran el espacio atópico de la palabra y vierten en tu interior un sentimiento que no estaba allí, antes de leerlo.
El libro de poemas “diminuto verde”–la minúscula es del libro–, de María Claudia Otsubo se mueve dentro con sutileza, como si te poseyera.
Una buena de piratas, leí Madagascar, de Luis Benitez; la historia –por momentos, historia en su acepción literal–, transcurre en el siglo XVII, la conquista del mar, la épica de los héroes.
Como dijo el incansable Noé Jitrik, escritor, crítico, profesor de literatura, la aventura de dirigir la colección, obra en 12 tomos que llevó 20 años, no es más que la oportunidad del comienzo de otro proyecto, aunque aún no lo haya develado.
La visibilidad del objeto idealizado en las historias de héroes, se basa en el contraste y perfección de su contrapartida: el villano. El héroe es más héroe cuando el villano organiza la fricción y el enfrentamiento a lo largo del relato.
Nuevamente con el personaje Jorge Cáceres, que hizo aparición en la novela “El otro Joyce”, el escritor Roberto Ferro continúa con las peripecias de este personaje y una interesante novedad mediante la identificación de un método que tiene que ver con la investigación o el suspenso policial: un caso, un culpable, seguimiento de pistas, pesquisa, o sea recursos del género; Jorge Cáceres pasa de investigador de libros a formar parte de un thriller.
espejismos de Nilda Barba
La “Rima XXI” de Gustavo Adolfo Bécquer, de temática amorosa, bien puede interpretarse como una metáfora del encuentro entre el poeta y su objeto: cada vez que el escritor indaga sobre la esencia del poema, este le devuelve su interrogante bajo la forma de su reflejo.
Desgrabación de la escritora Julia Milanese. Clase 1. Roberto Ferro.
Este es un momento de pasaje: no voy a comenzar todavía, voy a esperar, pero tampoco voy a conservar este silencio gélido, más allá de que después repita esto que les voy a plantear. Primero, abordar Calvino es un desafío notable porque más que la relación entre un escritor y su obra, Calvino en sí mismo es una literatura (después vamos a ver por qué vamos a hacer esta diferenciación).
Espejismos espejos eternidad
Por Nilda Barba
Leí el libro de poemas Espejismos viajeros sin eternidad, de Nilda Barba, poemas intimistas que me parecieron como una caja cerrada donde un yo femenino pareciera desplegar sombras tenues.
En 1964, Mercure de France publica Erzsébet Báthory la comtesse sanglante de Valentine Penrose. En las siguientes ediciones a partir de 1969, el título se condesará en La Contesse Sanglante. Desde 1984, aparece con el mismo título en L’ imaginaire/Gallimard, dueño del sello editorial anterior.
No solo los textos de ficción cuentan historias interesantes sobre el contexto histórico y social en el cual fueron pensados. La crítica y la teoría literaria también tienen sus propios génesis y cosmogonías.
La novelística de Luis Benítez, (escritor argentino), aproximaciones críticas a la historiografía, la mitología y la masculinidad patriarcal, por Assen Kokalov