En Tótem, un recién venido recomendado por un amigo del ex amante, que vive en otro piso, se presenta con el guarda dentro del tótem con la intención de comprar un porro; el desarrollo de la conversación recae en la oferta de diversos servicios que serán de índole diversa, sorprendentes en la inexistencia de límites morales y éticos, la deriva de las problemáticas que plantea cada servicio serán inusuales, divertidos en el sentido del desparpajo tomado con seriedad; se formula un diálogo sobre procedimientos y posibles resoluciones para cada propuesta; lo que se inicia con la admisión casual de un resentimiento del recién venido con su ex pareja, Julián, en declaración con el guarda del tótem; la situación remite a un confesionario, el sacerdote adentro, el pecador afuera –o también al revés–, proveen la suficiente intimidad para crear la naturaleza confidencial del contenido de la conversación, aliados de la hilaridad que produce el diálogo; el guarda manipula un bastidor con el que borda con un hilo rojo, la elección de esa actividad resulta importante para el efecto de acompañar la afirmación «hábil con las manos» y estar “pasando el tiempo” a la manera de “señora” inofensiva; sutil composición que plantea un contraste, inteligente detalle en la construcción del personaje y resolución de escena.
Ocurrente e ingenioso coloquio en resonancia con el contexto actual, la verosimilitud no se neutraliza con lo desopilante. Divertida, escenografía breve, y diálogo inteligente que implica guiños a personajes de la farándula, como hilo conductor tendremos presente a una diva de la tv, así como interrelación con hechos extrapolados que revelan el procedimiento del posmodernismo en donde la obra se complementa y potencia el efecto lúdico con el conocimiento de relatos externos, reconocidos por el público.
Desde las reglas que rigen el código del humor: frases consideradas desde diversos alcances, mensaje y estructura, decantan en el modo de experiencia directa con las risas del público.
En No seremos decorado, desde el título, frase plantada por la number one, Moria y Graciela han sido contratadas por la misma agencia para distintos roles, podría decirse desbalanceados, lo que ofrecerá el punto de conflicto entre personalidades que detonan en el espacio que deben compartir: entre el camarín y el escenario.
La puesta se apoya en el garabato del glamour y la rivalidad como caricaturas de una relación que el público ha visto y escuchado a lo largo de la carrera de estas divas en paralelo al desarrollo de sus carreras.
Resulta interesante la resolución de personajes que cantan, sin el despliegue del prodigio de la voz, sino el desplazamiento al prodigio de la gestualidad; es un logro que ya escenas de por sí inusitada en los originales por lo bizarro, se conviertan en graciosas en las variaciones que esta puesta propone. La competencia entre divas crece en tensión en la visión de la perspectiva de destacar donde mirarse en el espejo del original no le hace sombra a la parodia.
En Tita y Creta, en lo que podría remitir al “mundo de mujeres”, participan en una competencia de plantas. Con algunas frases sueltas y gestos, se puede relacionar con la diva de las competencia en los teléfonos, quizás mi exceso de imaginación me hizo notar frases y guiños gestuales referentes a la querida China Zorrilla, como el procedimiento de denostar disimuladamente, “con elegancia” que fue sello de los personajes de Zorrilla. Me remitió a la manera de Gorostiza en donde la búsqueda de reconocimiento y validación atraviesa y distorsiona la conducta humana. El procedimiento de preparación del escenario cuando los actores mutan a personajes provee un momento clave donde ese recurso esfumará el límite en la conversión de actores a personajes.
El hilo que relaciona las puestas presenta niveles; por una parte, la referencia a reconocidas divas del ambiente farandulero y la percepción sobre la exposición de sus personalidades; por otro, la discursividad en el plano verbal de la actualidad, la controversia, la desvalorización, el corrimiento de los límites en la exhibición de la ambición y resoluciones extremas.
Esta puesta es exitosa en aquello de que la brevedad requiere de economía de ideas con potentes significados.
Música alegre y ambiente ameno: el arte y la frescura de, con poco decir mucho, ideal para comenzar el fin de semana con buen ánimo y predisposición. Gran convocatoria de público de jóvenes y diversión para la familia.
Entretenimiento ideal, para el día ideal, viernes a las 23 y empezar el fin de semana con el mejor de los ánimos.
Ficha técnico artístico
Dramaturgia: Juan Paya, Guada Anahí, Lucía Bilbao, Nadia Fürst
Actúan: Guada Anahí, Lucía Bilbao, Nadia Fürst, Lucia Gutierrez, Alexis Mazzitelli, Fabian Roetto
Escenografía: Samir Carrillo
Diseño de luces: Samir Carrillo
Diseño gráfico: Lucila Gejtman
Producción: El Método Kairós Teatro
Producción general: Paula Ciruzzi, Martina Maisterra, Brigitte Torres
Dirección: Andrés Ciavaglia, Lucia Miorelli, Mauro J. Pérez, Berenice Zapiola
Duración: 60 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
EL MÉTODO KAIRÓS TEATRO
El Salvador 4530 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4831-9663
Web: http://www.elmetodokairos.com.ar
Viernes - 23:00 hs - Hasta el 29/11/2024
Ana Abreg�.
www.metaliteratura.com.ar
Literatura latinoamericana
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